Esta carrera comienza pues con la disyunción existencial indicada en el título de la obra: la oposición entre lo estético («aquello que un hombre inmediatamente es») y lo ético («aquello a través de lo cual un hombre llega a ser lo que llega a ser»). Los tratados estéticos conforman la Primera Parte aquí presentada. Arrancan con los célebres aforismos titulados Diapsálmata y, a través de ensayos brillantes y minuciosos sobre el erotismo musical en la figura de Don Juan y sobre la tragedia griega en su relación con la moderna en la figura de Antígona, concluyen en las páginas del Diario de un seductor, exposición del «esteta reflexivo» que sólo adquiere sentido a la luz de los escritos anteriores.
La presente edición constituye para el lector hispanohablante, la primera traducción íntegra y anotada de esta obra.