Privado de su regulador cardíaco, Nyx descubre que el responsable de sus desgracias no es otro que el profesor Esculapio, antiguo director del instituto que los acogió, a él y a su hermano, siendo niños. Pero el benévolo profesor se ha convertido en un hombre implacable, dispuesto a todo con tal de satisfacer sus sombríos propósitos. Ahora necesita la ayuda de Nyx, y para conseguirla no dudará en sacrificar las vidas de Ambrosía y Hestia.