En Nuevas cartas americanas aparece el punto de vista peninsular ante los movimientos de Independencia de latinoamérica y las reivindicaciones históricas del Nuevo Mundo, en específico de Cuba. Se trata de una visión muy distinta a la que muestra la historia oficial de América, con una visión descarnada de los orígenes étnicos de Latinoamérica, aunque esgrime argumentos económicos y políticos que merecen atención.