De tres o cuatro años a esta parte, he abundado con largueza en aportaciones ensayísticas encaminadas al reflejo de la encrucijada en que se andan las naciones y los pueblos ribereños -o sea, del Mediterraneo-, pero partiularmente los pueblos del Norte de África. Se trata de un acontecimiento mayor de nuestra época, razón por la cual he estimado pertinente la publicación de tales digresiones en esta obra.