La novela trata de dar una visión de la violencia de género, desde los dos puntos de vista: desde el de la víctima y su verdugo, en una narración que se va volviendo más dramática, a medida que transcurren los capítulos.
Los problemas de Helen y Harry, los protagonistas, podrían extrapolarse a muchas parejas de nuestra época actual.
El objetivo es hacer reflexionar al lector sobre las causas que llevan a un hombre a convertirse en un maltratador, así como los indicios que permiten a alguien vislumbrar que en el futuro puede desarrollar esa característica.