Argumento de No Me Comprendes. ¡y Tú a Mí Tampoco!
Sin duda, estamos preparados biológica y socialmente para comunicarnos y qué importante es comunicarnos, pero comunicarnos bien. Parece fácil decir lo que se piensa o se siente, pero qué frecuente es que se diga que NO se nos entiende o comprende. Esto nos hace ver qué sabrosa es la vida cuando nos comunicamos adecuadamente y qué insulsa sería esta sin emitir ni recibir información, afectos y sentimientos. ¡Qué insoportable soledad!
¿Cómo podríamos aprender a comunicarnos más y mejor? ¿Quién nos lo podría enseñar? ¿Qué valor tendría un buen libro para aprenderlo? Por descontado parece que nuestra obra es una experta en comunicación, con formato de libro, sí, pero con la tarea del ensayo y el aprendizaje para la mejora de la comunicación. Sus autores han emprendido esta tarea nada fácil. Ellos sabrán las horas que han invertido para prepararla, fundamentarla y redactarla, presentándola adornada siempre de un contexto vital de biografías personales únicas que se encuentran y desencuentran en los diferentes nosotros con los que vivir y convivir.
Sin olvidar en ningún momento lo que se comunica, los autores se recrean en la descripción de los innumerables detalles y perspectivas del cómo se comunica y se procesa lo comunicado con múltiples ejemplos, modelos, propuestas, tareas y guías que facilitan la expresión y el procesamiento de lo que se quiere comunicar. Por ejemplo, la comunicación asertiva, la expresión de afectos y sentimientos, el elogio y el reconocimiento o el valor de la escucha, la empatía o el diálogo para resolver conflictos, por citar algunos de los muchos ejemplos, así como los destinados a evitar los errores frecuentes en la comunicación, como sobreentendidos, malentendidos, estereotipos, contradicciones, falta de feedback, abuso de críticas y reproches o daños a la dignidad y la autoestima.0