La relevancia del fenómeno multicultural ha pasado a ser uno de los temas habituales en el contexto global en el que se mueve el Derecho, y por tanto el Derecho penal. En esta situación, los autores se cuestionan si es posible un Derecho penal multicultural; si el Derecho penal constituye un posible medio de integración. Las propuestas aquí apuntadas no pretenden abandonar los fundamentos que están en la base de los procesos civilizatorios en Occidente, entre ellas, las de la Ilustración (libertad, igualdad, Estado de Derecho), como tampoco ignorar el riesgo y la posible crítica de «occidentalismo» que acecha detrás de toda propuesta de vigencia «fuerte» de un modelo de Derecho penal. Las propuestas dogmáticas y político-criminales en este contexto multicultural han de estar en condiciones de evitar argumentos simplistas que apelan a contenidos autoevidentes, así como de racionalizar más la argumentación de las soluciones que se ofrecen y de indagar si es posible hallar respuestas nuevas. Con este fin, los coordinadores de la obra han agrupado en este volumen diversas propuestas que aspiran a ser un punto de partida para la discusión jurídico-penal.