El fin que pretende todo libro de lectura fácil es convertir la literatura en un placer y que, al mismo tiempo, sea un trampolín al mundo y al conocimiento. El eje fundamental de trabajo de estas lecturas es la comprensión lectora. Y a ellos hemos conseguido llegar.
Con la colección de lectura fácil hemos cubierto dos imprescindibles: legibilidad y comprensión. De esta manera, hemos facilitado el acceso a la lectura y hemos promovido con ello la alfabetización.
Nos hemos servido de diferentes niveles de comprensión lectora y de desventaja lingüística, así como de una adaptación semántica y tipográfica del texto para hacerlo más comprensible. Hemos usado un lenguaje sencillo y directo, hemos evitado conceptos abstractos, empleamos vocablos cortos relativos al lenguaje cotidiano, usamos ejemplos prácticos, hacemos unos de un lenguaje positivo y nos dirigimos al lector de manera respetuosa.
Con todo, hemos conseguido nuestro propósito: disfrutar con la lectura, aprender habilidades sociales y promover su socialización, favorecer el enriquecimiento cultural, lograr de la lectura un hábito, adquirir conocimientos básicos, potenciar la memoria, despertar la imaginación y la emotividad.
«Estoy convencido de que no soy una persona especialmente
interesante». Nada mejor que este libro para mostrar que las
palabras de Gustav Klimt eran erróneas. En él descubrirás
su fantástica y excepcional vida, sus obras, sus amigos, sus
repercusiones en el arte y en el diseño del siglo XX y XXI, la
sociedad vienesa de finales del siglo XIX, y la sensualidad de su
pintura... y no solo en El beso, aunque sea una de las pinturas más
conocidas de este admirable artista.