Nos trae de lejos su nostalgia extraña
Su fiel insumisión
Su proba extranjería insobornable
Y nos repite a solas en su rincón sombrío
Que sólo es puro y fuerte el pensamiento
Que alienta en la intemperie.
Día errante de Tomás Segovia
En el dilatado o demorado, para usar una palabra cercana al poeta- decantarse de su obra, Tomás Segovia ha conseguido la tarea más difícil de toda escritura, encontrar el tono legítimo de su voz. Sus libros son una permanente búsqueda pero también un constante y renovado encuentro. Ya Octavio Paz, en los años sesenta, señalaba este diálogo entre búsqueda y encuentro, ideas que ahora a la luz de esta Misma juventud- se pueden entender como sinónimos. En 1999 se publicó Otro invierno, libro de cuentos en que la otredad es una constante, casi una obsesión: relatos de un poema, invierno de un escritor cálido, y calificado como otro, palabra que en el título adquiría un peso enorme, ahora transformado en la palabra misma. En efecto, lo otro y lo mismo, como eco de los latidos del corazón del escritor que sigue presente en la página.
Tomás Segovia fue galardonado con el Premio Octavo Paz de Poesía y Ensayo en marzo de 2000.
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