Todos tenemos una canción.
Llegan así, de repente, expresando alegría o soledad, y sirven para disipar el miedo o celebrar un pequeño triunfo. Casi no nos damos cuenta de que estamos componiéndolas mientras las cantamos, a menudo solos, casi para nosotros.
Encontrar la canción que llevamos dentro es lo que nos impulsa a cantar. Puede ser un cántico de alabanza, una chispa de rebelión o una plegaria adolescente. Descubrimos la inspiración donde podemos... En una vieja guitarra arrinconada o en un garaje, debajo de la cama o colgando del escaparate de una casa de empeño. En una frase que nos trae el viento mientras caminamos o en el reflejo de nuestro rostro en un espejo.
Esas canciones tan pequeñas hechas de poesía, la actuación improvisada y la colaboración dieron lugar a estas letras, escritas con la esperanza de calar hondo, llegando a alguien que descubra lo que significan en su interior y las cante con nosotros.
Patti Smith