???Est??s ciego??? es el escueto mensaje que el inspector Jorge Altarriba recibe dentro de un paquete postal. Aunque lo que realmente atrapa su atenci??n no es la nota compuesta por esas dos palabras, sino el contenido que la acompa??a: un par de ojos humanos. Dando por supuesto que tan macabro regalo est?? relacionado con el cuerpo horriblemente mutilado de un joven serbio, encontrado d??as atr??s, el inspector Altarriba contactar?? con el comisario que est?? llevando a cabo la investigaci??n de tan espantoso crimen para ofrecerle su colaboraci??n. Este le permitir?? acompa??arle en un inquietante paseo por el submundo de las bandas del este instaladas en Madrid, mostr??ndole, de manera alarmante, cuan familiarizado est?? el viejo comisario con los entresijos del negocio de trata de blancas que abastece los prost??bulos de media Europa. La aparici??n de un segundo cad??ver con las cuencas vac??as hace saltar todas las alarmas de la prensa sensacionalista: hay un asesino en serie que disfruta arrancando los ojos de sus v??ctimas. Pero a pesar de las similitudes, Altarriba est?? convencido de que las dos muertes no son obra del mismo asesino. Atrapado entre la creciente desconfianza hacia el comisario y la llamada de auxilio de una subyugante joven, peligrosamente ligada a uno de los cabecillas serbios, Altarriba tendr?? que cuestionarse en qui??n puede confiar. Sus dudas le obligar??n a tomar decisiones arriesgadas y a ocultar informaci??n muy valiosa, coloc??ndole en una situaci??n altamente explosiva. Y mientras tanto, alguien le sigue los pasos de cerca, vigila a su familia y se divierte envi??ndole espeluznantes regalos. Alguien que est?? cerca, muy cerca. Cada vez m??s cerca.