Tras estos hechos, y con el mismo coraje y la misma determinación, la joven ruandesa marchó a los Estados Unidos para descubrir allí por qué Dios la había salvado de la barbarie de su país. Es cuando decide contar al mundo su experiencia, encontrando un sentido a la vida a través de la fe.
En este libro, Immaculée cuenta lo que sucedió después del genocidio y cuánto tuvo que luchar para mantener viva su relación con Dios. En tierras norteamericanas, descubrirá una nueva vida a pesar del sufrimiento y de los recuerdos que tanto influyeron en su empeño por seguir al lado de Dios.
"Esta historia de terror, perseverancia y perdón nos enseña que se pueden superar las barreras que alzaron personas egoístas que jamás pensaron en la humanidad". Jeannette Kagame, primera dama de la República de Ruanda.