Existen sucesos que hacen que nuestro mundo se tambalee y se haga añicos como un puzzle de mil piezas. Esas circunstancias no son necesariamente trágicas ni extraordinarias, pero resultan decisivas. Las primeras relaciones amorosas, una amistad frustrada, una amiga en apuros o el conflicto con algunos compañeros de clase resultan a menudo apasionantes, ya que lo que nos juga-mos en estas situaciones es cómo ser nosotros mismos. Esto es lo que les ocurre a los protagonistas de este libro: jóvenes en la encrucijada de decidir qué clase de persona quieren ser.