En este primer caso del Dectective Holmes, se forjará la personalidad de un investigador al que le aguardan más aventuras.
Cuatro son las plantas que Javier Holmes tiene que ascender todas las mañanas, a través de unas escaleras que crujen por la edad, hasta llegar a su despacho donde una deslucida placa de latón con su nombre le indica su profesión: DETECTIVE PRIVADO.
Seis millones de euros han sido sustituidos por una cacerola vieja en la caja fuerte de una sucursal bancaria. Para encontrar el botín, una directiva de seguridad del propio banco contrata a Javier Holmes y, además, le orienta para que dirija sus pesquisas hacia la directora de la sucursal robada: Marisol Romerales. A Javier Holmes, hombre divorciado y cuyo único vicio son los tres churros con los que acompaña su desayuno cada mañana, pronto la principal sospechosa le cautivará, ¿será todo una engañifa de esta para enredarle en su tela de araña?
En medio de la metamorfosis que le transformará en el detective inspirado en los héroes de las novelas con las que creció, Holmes se debatirá entre escuchar a su corazón o entregar las pruebas contra una Marisol amenazada a través de cartas anónimas.