Lo más importante es perdonar, para poder hacer el milagro en nuestras vidas, si no perdonamos y nos cerramos en lo que pasó y lo que se perdió, no tendremos posibilidad de encontrar el camino a la curación de nuestro hijo y de nuestro entorno. Debemos empezar por perdonarnos a nosotros mismos, y dirán ustedes, ¿esta mujer está loca?, ¿cómo que debemos empezar por perdonarnos a nosotros mismos? Pues aunque no lo crean, si, hay que empezar a perdonarnos, sin que se hayan dado cuenta, ustedes en más de una ocasión se deben haber sentido culpables: porqué no llegué a tiempo a la clase de natación, porqué no le compré la bici, porqué no lo escuché pues me impedía ver el partido de futbol, tantos y tantos momentos en que se nos acercó para hablar y no tuvimos tiempo. Eso si no tomamos en cuenta las veces que le dijimos que sí a algo que pedía, sin darnos cuenta de qué era lo que estaba pidiendo, siempre estábamos ocupados. No hay nada más hermoso ni que nos haga sentir mejor, como el momento en que dejamos atrás el ego que nos aconseja empeñarnos en buscar culpables y empezamos a perdonar, hay una frase que dice el perdón los hará libres, y es total y absolutamente cierta.