Nadie nace sabiendo vincularse con el otro, se aprende en el hogar a través del ejemplo que los adultos brindan a los pequeños. Y la interacción que se establece con los hermanos está estrechamente vinculada a la relación que mantienen éstos con sus padres. Por esto es necesario establecer vínculos sanos donde se privilegie la expresión de los afectos y la cooperación entre hermanos.
Este libro está destinado a todos los padres que se encuentran en el proceso de crianza de sus hijos, para que puedan afrontar las dificultades de cada vínculo familiar, pero también, está orientado a las personas adultas, para que puedan entender cómo las relaciones con sus hermanos influyeron en sus vidas.