Este libro es un ensayo de psicopatología que intenta devolver la clínica a sus fuentes humanistas. Entronca su discurso en la tradición de la gran psiquiatría clásica y, mediante la fenomenología, la hermenéutica, el psicoanálisis y la historia, aspira a combatir el reduccionismo biológico que hoy se ha apoderado de la teoría. Se propone, en concreto, concebir la locura mediante el estudio de dos ejes que recorren de un extremo a otro la experiencia del psicótico y del hombre normal. El eje melancólico y el eje paranoico dan cuenta de la presencia del deseo y la tristeza, por un lado, y del saber y la interpretación, por otro. De este modo, se defiende un abordaje clínico que permanezca alejado tanto de las diferenciaciones excesivas, donde se pierde la referencia subjetiva, como de la homogeneización abusiva del malestar, que no hace sino dilatar los diagnósticos y hacer cada vez más ambigua la comprensión de los síntomas.