La lógica del mercado domina sobre la solidaridad, la ayuda al desarrollo o la protección del medio ambiente a los que no considera rentables. Respecto a otros temas también de interés público, predominan los mensajes negativos o con análisis muy superficiales que deterioran las relaciones entre los pueblos e incluso perjudican el trabajo de las organizaciones de cooperación al desarrollo.
Es imprescindible que los medios ejerzan éticamente la función social que les corresponde a la hora de aportar una información que sea fiable, no sólo para ser justos con quienes son objeto de la noticia sino además para no atentar contra el derecho a saber del público y el respeto a su inteligencia.