En la línea del ensayo clásico, una treintañera neoyorquina pasa revista a su existencia reflexionando sobre los llamados «grandes temas». Pero que nadie espere solemnes disertaciones ni complicados artefactos cargados de superioridad filosófica. Porque en este caso la reflexión no está reñida con el humor, y la observación personal y social van del brazo de una prosa chispeante, capaz de desvelar los aspectos más absurdos de todas las situaciones. Con voz propia, llena de irreverente ironía, Sloane Crosley repasa ciertos hitos vitales que enmarcan un perfil original y son, a la vez, retrato de toda una generación de mujeres. Así, los campamentos veraniegos de infancia, la boda de una antigua compañera de colegio, las primeras experiencias laborales, la amenaza de una grave enfermedad o la paradójica relación con la religión o el vegetarianismo sirven para trazar el cuadro contemporáneo de un personaje a quien el mundo pone a prueba a cada paso en pleno corazón de Manhattan.