¿Qué se espera de un libro de poesía? Que sea sensible, que emocione, que la imaginación desborde ciertos límites, que la realidad sea no sólo la física la que se puede tocar, sino también que nos acerque la invisible, la que sólo se puede sentir. Así, nuestra poeta reflexiona y comparte su introspección en un recorrido íntimo que podría ser muy parecido al tuyo, lector, a través de la evocación (?miradas fugaces al descubierto?), del paso del tiempo (?Y de pronto? / salpicó la vida / y retrocedió el olvido?), del sueño (?Por el almidón que mantiene tersos los sueños?), de la fusión con la naturaleza (?naturaleza fresca?), donde la perspectiva aparece cotidiana (?A veces? / lo cotidiano de los días / se convierte en benévola nostalgia?) y el verso se desliza en ?un largo sudario de extensas palabras?. En este sentido, Pilar Contreras nos invita a adentrarnos por el suyo en nuestro código personal, vital y cotidiano a través de una escucha de la naturaleza y del sueño, de nosotros mismos, en fin. Una invitación que no podemos, ni debemos rechazar, porque nuestra espiritualidad también necesita alimentarse con afinidades de complicidad. Las que ella ha tejido, con su ?enhebrar? constante y sutil de matices. Joan Ignasi Elias Cruz