Las últimas palabras de Goethe ("¡Más luz!") son una invocación. Un hechizo para abrir nuestra mente y dejar que la magia de las palabras florezca en cada pequeño recoveco inesperado. Así, en estas páginas, las discotecas se transforman en un zoo, los cuadros son premoniciones de una vida diferente, las moscas tienen su propia opinión sobre las ciudades, y los recuerdos de la niñez se han transformado en fantasmas. Un niño le regala un elefante a la nueva novia de su padre, las odas muestran el camcamino hacia un silencio de sirenas... La luz llega incluso a un campo de concentración, a una cocina que arde, a una investigación por asesinato. Si pasamos las páginas sentiremos la tibia energía que desprenden. Algo que brilla y palpita, las palabras: as: déjalas resbalar en el hueco de tus manos."