Perdidos en el laberinto de la incertidumbre de la existencia humana, buscamos un sentido a la casi siempre suma inconexa de acontecimientos, -a veces buscados sin econtrar o encontrados sin buscar-, para bien o para mal, en el devenir de la vida, como hilo conductor. Pero, al final, Caronte aguarda en la Laguna Estigia y Godot nunca llegará a la cita ni nos explicará para qué estamos en este extraño mundo, porque la respuesta, como cantaba Bob Dylan, está en el viento.