Argumento de Marrakech, Una Huida
Es un libro de viajes, sí, pero sólo si así consideramos también a la Odisea de Homero. García Fajardo, mientras nos lleva de un lugar a otro de Marruecos, recapacita sobre la vida, sobre el placer, sobre la familia, sobre la poesía y sobre la propia capacidad del hombre para reflexionar. Es un viaje lento, sin hacer mucho caso de las señales de tráfico ni de los puntos artificialmente preparados para los turistas de fin de semana. Es un «Marruecos interior», pensado y visto lentamente; un libro, como el propio viaje, para irse deteniendo cuando así es mejor o así apetece. Sin prisas para llegar.1