Qué harías si, de pronto, una voz comenzara a intervenir en tus pensamientos y te dijera que ha venido hasta ti para narrarte tu propia historia, y si, además, el tono de esa voz se parece, sospechosamente, al de tu padre, un extravagante escritor que nunca cumple su promesa de escribirte una historia. Esto es lo que le sucede a Marcela en el magnífico ejercicio de escritura e imaginación que es esta novela, o mejor dicho, nivolilla, atendiendo al más puro espíritu unamuniano de cuestionar quién es quién en el brumoso mundo literario. ¿Dónde empieza la ficción y acaba la realidad? ¿Qué distancia existe entre el narrador de una novela y su autor? ¿Y entre los personajes y sus homólogos en la vida diaria? Eso es algo que sólo empezarás a descubrir al iniciar la lectura de esta nivolilla.