Un alto ejecutivo muere dentro de su coche en el parking de una autopista. Entre los objetos personales que su viuda recibe se halla un conjunto de cintas magnetofónicas encontradas dentro de la guantera. Acuciada por su soledad y la necesidad de seguir en contacto con su marido, aunque sea a traves de su voz registrada, la mujer escucha el contenido de las cintas una por una. A través de ellas, descubre que verdaderamente no conocía a su marido, que este se había implicado en un asunto turbio que podría haber sido responsable de su muerte, y que esencialmente, el hombre con el que había estado casada era una persona infeliz. Escucha y transcribe todas las cintas menos una, aquella que se encontraba en la grabadora en el momento de la muerte y que recoge los momentos de su agonía.