ENRIQUE VILA-MATAS
«He leído este libro con una emoción y una entrega que la literatura italiana hacía tiempo que no me daba. Es una novela de gran madurez que afronta, con una dulzura melancólica pero no carente de ferocidad, temas graves y universales. Es la historia de un abandono y, al mismo tiempo, de una iniciación, de una pérdida de las ilusiones y de una educación sentimental. Cuenta las vicisitudes de un personaje, pero también las de dos países, Italia y Rumanía, donde los empresarios italianos han trasladado sus fábricas por conveniencia. Nos habla pues de la extraña Europa de hoy, que se presenta como el faro de Occidente aunque en ella la iniquidad campe por doquier. De esta obra he apreciado también el talento narrativo y el amor por el lenguaje. Este idioma nuestro, tan noble y tan antiguo, se ve asediado en la actualidad por un burdo idiolecto mediático y político que lo está devorando. Por eso una escritura así me alegra y me consuela, porque a su manera es también una forma de resistencia».
ANTONIO TABUCCHI