Hoy en día, muchas personas sufren moral y físicamente. Es preciso hacer un cambio y volver a dar un sentido al trabajo para evitar que dicho malestar invada nuestra vida. Adaptarse es prestar más atención a nuestras necesidades relacionales fundamentales y, por consiguiente, cuidarlas ante personas que no siempre las comprenden. Adaptarse es también confiar en que, pase lo que pase, seguiremos respetándonos, incluso si a nuestro alrededor los demás no muestran ninguna consideración hacia nosotros. Adaptarse significa ser capaz de sobrevivir en los diferentes entornos en los que nos vemos obligados a vivir, incluidos los más hostiles. Gracias a su inmensa experiencia, Jacques Salomé nos presenta los medios para proteger y preservar nuestra integridad física, psicológica y moral.