Los Mandalas para cultivar? la alegría han sido concebidos para los que ya no consiguen comunicarse con su corazón de niño o niña, aquellos que se han alejado de los juegos, la alegría, la fantasía y las risas. La vida a veces resulta pesada de llevar y se presenta cargada de exigencias, hasta el punto de que llegamos a olvidarnos de sonreír, de felicitarnos y festejar la existencia como tal. Sin embargo, la alegría es innata en el ser humano y por ello siempre está a nuestro alcance. El mandala es en sí una expresión de alegría que nos permite sentir paz y armonía y acercarnos a nuestro propio centro vital. Los mandalas de este cuaderno son una invitación a silenciar durante unos instantes nuestro lado racional y a desarrollar nuestra creatividad, a volver a encontrarnos con aquello que nos inspira y nos llena de regocijo.