Se trata de un gran reportaje en el que se habla de las víctimas de la inmigración clandestina, de la temida e inexistente invasión de africanos a Europa y de los nuevos guardianes de un cementerio llamado Mediterráneo. Desde 1988 no menos de 13239 personas murieron llamando a las puertas de la fortificada UE, víctimas de los naufragios, pero también del calor y el frío extremos del Sáhara, de los campos minados, de los disparos de la policía, de los propios traficantes de seres humanos...