ENTONCES
El amor, como un vago y ambicioso proyecto
-y una excusa, también-, vino más tarde,
no antes de los catorce, en cualquier caso,
y precedido por una secreta
curiosidad que entonces nos bastaba
y que se alimentaba de indicios inquietantes;
como si ya supiéramos que aquello
que anunciaban los chistes, los parientes
mal hablados, las vagas confidencias
de los que presumían de saber
más que nosotros, iba
a ser una cuestión de secretos a medias,
de precisas cautelas y-de eso no sabíamos Línea II Los años perdidos III Respuesta al genio de la lámpara
nada entonces- extrañas paradojas;
este curioso tono melancólico,
por ejemplo, al hablar de aquellos tiempos.
Los amigos
Crisis de madurez
Un mal pensamiento
Entonces
Sobre el resentimiento
Sobre la infancia (2)
Noche de acampada
Del dinero
Como yo
Una excusa
Otra amiga
Diario de un seductor (1)
Referencias
Diario de un seductor (2)
Pensamientos al volver
Los momentos finales
Sagesse
Retrato anticipado
Motivos para la acción
Resaca
Domingo cine
Las estaciones
Antiguas señas
Convalecencia y compras
Los ociosos
"GANAS de pasear, de comprar algo..."
Campos de Nijar
De vita beata