Argumento de Magia de los Maestros Vacíos, la
"Ir a un maestro y pedirle humildemente que te enseñe es un acto de humildad. Todos somos demasiado orgullosos, todos estamos demasiado seguros que somos buenos y de que tenemos razón. Pero cuando vas a un maestro y le pides que te enseñe, de modo natural estás admitiendo que hay cosas que él conoce mejor que tú y le estás dando un gran bofetón al orgullo que te impide convertirte en un maestro. Por tanto, acercarse a un maestro es, desde el primer instante, un acto de humildad de la que todos carecemos, e incluso desde el primer instante, te hace más fuerte. Te capacita para convertirte en uno de ellos, porque cuanto más grande es el maestro más sabe que no lo es tanto".1