Argumento de Madre India
Madre India narra un viaje entrañable que mira hacia adentro, hacia la significación mítica y cósmica. Con delicada sensualidad, gran riqueza de lenguaje y una asombrosa multiplicidad de matices, la autora recrea la palpitante sabiduría que yace en el regazo de una tierra-madre y la callada y sublime esperanza de sus protagonistas.
Las historias que se cuentan delinean un triángulo geográfico; un espacio que es, en última instancia, el nexo de lo masculino-femenino, Shiva-Shakti, lo terrenal y lo divino.
En uno de sus vértices recorremos la tierra de Orissa, donde resuena el eco de viejos héroes; donde las poblaciones tribales guardan ancestrales secretos y no se rinden a la derrota; y echan un pulso a las multinacionales. Mientras, en el otro extremo del triángulo sagrado late con fuerza el corazón de Mumba Devi, donde refulgen las voces del colonial Bombay, del nuevo Mumbai, o hasta del desafiante Bomgay. En esta selva de contradicciones la vida nos estremece con el relato de una devadasi, la amputación de los genitales de un eunuco o el tierno encanto de la isla Elefanta. Más lejos, al norte, allí donde el vértice se orienta hacia el misterio, serpean las historias que dan cuerpo al paraíso de Cachemira. Nos sumergiremos en los goces efímeros de un emperador, en la sombra fría de los fusiles o en el arrullo del Islam.
La autora ha dedicado más de veinte años al estudio de India a través de sus viajes y estancias en el país, conversando con sus gentes, famosas o anónimas, aprendiendo de sus luchas, de su silencio, del brillo que aflora en la dignidad humana, de la hermosura en fin de una madre que alguien bautizó India.0