Liniers vuelve a la carga con más y más historias «macanudas». Pequeños poemas gráficos que rebosan buenas vibraciones y agudo sentido crítico.
Con su inconfundible estilo y su penetrante inteligencia, el humorista argentino lanza nuevas cargas de profundidad para describir un mundo hostil y contradictorio que, sin embargo, plasma con extrema delicadeza.