A sus discípulos se les denominó tayfuris, término derivado de uno de sus nombres. Tayfur, que en persa significa 'halcón'. Si bien algunos estudiosos consideran que los tayfuros fueron precursores de los naqshbandiyya, lo cierto es que influyeron decisivamente en la unificación de diversas líneas de enseñanza que permanecían dspersas en Asia Central.
No dejó ninguna obra escrito: la tradición le atribuye unos quinientos dichos, sentencias, comentarios, exclamaciones extáticas y anecdóticas de su vida que han quedado registrados gracias a la labor de recopialción realizada por Abu Musa, sobrino y discípulo de Abu Yazid.
En el siglo X, Junaid intervino en la depuración del primer texto, y en siglo XI Shalaji escribió una monografía sobre él que constituye la base del presente libro.
Esta recopilación incluye algunas locuciones de inspiración divina, formuladas en estado de embriaguez extática, denominadas shatahal, término que en ocasiones de título a la obra.