Las dos primeras ediciones del Cancionero general (Valencia, 1511 y 1514) reúnen entre sus folios un importante caudal de poemas correspondientes a una veintena de autores valencianos, cuya presencia relativamente cohesionada en la monumental antología de Hernando del Castillo se interpreta no sólo como un tributo a la producción local, sino también como un reflejo de la animada actividad cultural de la Valencia de entresiglos, donde la poesía es a la vez una forma de arte y un medio de propaganda. El origen valenciano aglutina a esta nómina de autores entre la Edad Media y el Renacimiento, en la que se dan cita al menos dos generaciones representadas, respectivamente, por el clérigo Bernat Fenollar (1435/38 1516) y por el cortesano Juan Fernández de Heredia (1482 1549).