Cristóbal Tamayo, pseudónimo del periodista Joaquín Navarro Cristóbal, fue corresponsal de La Vanguardia Española en Berlín en los últimos meses de la Segunda Guerra Mundial. Acabada la contienda, regresó como corresponsal del mismo diario a Bonn, capital política de la República Federal Alemana. Desarrolló también su labor periodística en Grecia, y en zonas de Oriente Próximo y del sureste asiático. Murió en 1970.
En abril de 1945, el cerco sobre Berlín estaba casi cerrado. El ejército soviético, en una ofensiva aplastante e ininterrumpida, había cruzado media Europa para llegar al corazón del agonizante Tercer Reich. En el oeste, los ejércitos de los aliados avanzaban más lentamente, pero de forma inexorable. En el búnker de la Cancillería, Hitler y su corte se encerraron a la espera del hundimiento, mientras en las calles se amontonaban los deshechos de un infierno: cuerpos inertes o agonizantes, edificios incendiados o semiderruidos, la tensa espera ante la inminente llegada de los soviéticos.
En este crepúsculo de dioses sin gloria, Cristóbal Tamayo decidió que debía regresar a Berlín para vivir el final. A mediados de abril tomó el último vuelo y llegó a la capital alemana para vivir las últimas horas del régimen nazi. Junto con otros compatriotas de la embajada franquista, asistió a las últimas conferencias de prensa, leyó los últimos periódicos, vivió los últimos bombardeos y los primeros asaltos y... dos horas antes de que se cerrara el cerco, pudo salir de Berlín en dirección a Dinamarca. Ante sus ojos desfilaron como espectros en sus últimas horas Hitler (entrevisto a lo lejos), Goebbels o Himmler.
EN AGOSTO DE 1945, COINCIDIENDO CON EL FIN DEFINITIVO DE LA SEGUNDA GUERRA MUNDIAL, CRISTÓBAL TAMAYO PUBLICÓ LOS ÚLTIMOS DÍAS DE BERLÍN, DIEZ CRÓNICAS EN FORMA DE SERIE SOBRE EL FINAL DE LA ALEMANIA NAZI: EL PRIMER TESTIMONIO DIRECTO DE UN PERIODISTA ESPAÑOL SOBRE LA CAÍDA DEL TERCER REICH, NUNCA RECOGIDO EN FORMA DE LIBRO.