Este libro es una obra chicana que conjuga magistralmente la narración de la difícil vida de la protagonista con la evolución de sus sentimientos hacia un mundo hostil que le presenta retos, a cual más complejo, a cada paso. La autora nos da a conocer el durísimo viaje de la familia de Ana desde México, su hogar, el cruce de la frontera con los Estados Unidos y los primeros contactos con una lengua y una forma de vida distintas. A través de las comunidades chicanas en Los Ángeles en los años treinta y cuarenta, y observamos y hasta llegamos a sentir sus miedos, sus esperanzas, la búsqueda de una nueva identidad y un habla nueva que la dignifique en el nuevo entorno en que habitan, así como el choque que esto provoca tanto en la vida cultural de acogida como en la más tradicional mexicana.