Los recodos del silencio de Antonio Ostornol, que Editorial MAGO repone en el escenario narrativo chileno y latinoamericano, se enmarca en ese conjunto de novelas escritas en el periodo de la dictadura que son las primeras que se resisten al orden cultural hegemónico impuesto en esos años. Publicada por primera vez en 1981, en Los recodos del silencio junto a Los convidados de piedra (1978) de Edwards, El jardín de al lado (1981) de Donoso, El deseo de toda ciudadana (1986) de Marco Antonio de la Parra y El infiltrado (1989) de Jaime Collyer, entre otras, se observa la exposición del desarrollo de las redes del poder autoritario, lo que va determinando una pérdida de las utopías colectivas e individuales. En definitiva, Los recodos del silencio es la novela que hace la mejor radiografía del ciudadano común y corriente en el periodo dictatorial chileno. Sin duda, Los recodos del silencio está llamada a ser una novela que impacte como testimonio generacional y como una reflexión sobre nosotros mismos, donde la nostalgia, el pesimismo, la evocación y la esperanza constituyen motivos que constantemente están siendo sujetos a revisión.