Asfixiados por alfombras, engullidos por el fango, atacados por osos o consumidos por las llamas, veintiséis niños inocentes descubren, sin tiempo para sorprenderse, el extremo riesgo de vivir.
Celebrada como la obra maestra de Edward Gorey, Los pequeños macabros, muestrario alfabético de destinos trágicos, alumbra el lado más transgresor y visionario de un artista excepcional.