Podría decirse de Los países nocturnos que las palabras son aquí ángeles herméticos que esconden cuanto saben, pero que se imponen a nosotros mediante fulguraciones que iluminan oscuros y olvidados rincones del deseo.
Los poemas de Los paíes nocturnos van desplegándose en cinco registros distintos: «La matemática salvaje», «Fuegos de artificio», «Palabras», «Los países nocturnos» y «Los restos de un naufragio».