Es natural: cada cual se considera autor exclusivo de su actitud, de sus convicciones, de sus actos: de sí mismo: cada cual tiende a subestimar el papel del azar que, mediante encuentros imprevisibles, nos modela desde fuera. Pero un buen día, percibimos a nuestro alrededor una dispersa comitiva de personas y reconocemos en ella a algunas sin las cuales no seríamos lo que somos. Jean Daniel las llama 'los míos'.» (Del Prefacio de Milan Kundera.)
Jean Daniel, uno de los escritores y periodistas franceses de mayor prestigio internacional, retrata en este libro a cincuenta y dos personajes, todos ellos ya fallecidos, a los que trató y que han marcado su vida. Desfilan así por el libro seres muy cercanos, como su madre o Vicente, un amigo de la infancia; pensadores como Foucault, Aron, Sartre, Lévi-Strauss o Derrida; escritores como Camus, Paz, Milosz, Gide, Malraux, Vittorini, Mauriac o Semprún; artistas y músicos como Matisse, Balthus o Menuhin; políticos como Churchill, De Gaulle o Mitterrand. El resultado es una joya para todo lector culto, un libro de altísimo valor literario e intelectual y también humano. Porque como dice Jean Daniel en el prólogo, «los amigos, mientras están, sustituyen a los hijos, pero cuando uno de ellos desaparece, es una mutilación que acentúa la soledad, la fuerza con que empujan las nuevas generaciones y la dura prueba de la expulsión. De todas formas, creo haber superado esa mutilación y, tras escribir este libro, me siento, en cierto sentido, acompañado.