UN DON PARA LA IGLESIA\n Hace algo más de un año, el Obispo Presidente de la Comisión Episcopal de Vida Consagrada me confió el encargo de ser Obispo Asesor del Orden de las Vírgenes Consagradas. Lo acepté con mucho gusto.\n Conozco y aprecio mucho el ?Ordo Virginum?, desde hace tiempo. Pero este encargo, recibido de la Conferencia Episcopal, me está animando a conocer y valorar, cada día más, este bello carisma con el que el Espíritu Santo ha enriquecido a su Iglesia. Es un carisma que surge en los comienzos mismos de la Iglesia y que, ahora, después de siglos de silencio, vuelve a aparecer lleno de vitalidad.\n