"Es tentadora la pretensión de que existen uno o dos modelos educativos vigentes en la actualidad, uno o dos patrones según los cuales los colegios funcionan, una o dos líneas de pensamiento que inspiran la vida escolar. Los análisis más groseros pretenden que los hay, mostrando una antítesis excesivamente simplificadora entre escuela tradicional y escuela progresista o entre escuela pública y escuela privada." (Página 111)
"La verdadera batalla ideológica en la educación actual no se libra eligiendo entre los modelos de 'escuela tradicional' o 'escuela progresista'; tampoco eligiendo entre la escuela pública y la privada. Las batallas igualitaristas carecen de sentido si se piensa que el fracaso se produce tanto en los alumnos denominados 'marginales' como en los que llevan la tarjeta de crédito en el bolsillo desde los diez años." (Páginas 190-191)