Intensa reflexión acerca de la naturaleza, los medios y los límites del género fantástico. La relación entre lo real y lo imaginario es clave en la obra del autor, nos dice Santos Alonso en su extensa introducción, Merino ha indagado siempre en los límites entre [la realidad y la ficción], en su independencia o autonomía y su interferencia, llegando incluso a la suplantación de la vida por la literatura.
En esta novela se pretende un paso más allá: no se trata de suplantar la vida por la ficción, sino de convertir la realidad de la vida en una ficción imaginaria. Como escribió Fernando Valls: En esta novela alegórica, en la que Merino ha pretendido introducir con naturalidad los sueños en lo cotidiano, hay también una reivindicación de la fantasía, de esa capacidad que se ha ido perdiendo en Occidente para imaginar el misterio. Con los habituales mimbres de lo misterioso, donde lo sugerido prima sobre lo descriptivo, logra una inteligente y entretenida fábula de la sociedad contemporánea.