El estilo lacónico y terso , casi punzante , la sagacidad de las reflexiones más sutiles , subrayan la intensidad de esta historia implacable. Hacen vibrar una cuerda secreta en ese mundo desvinculado de la realidad , en que la vida se ha visto « pasar por las ventanas ». Entre el desconcierto , la atracción y el temor, una insólita emoción trastoca al lector, como si en el centro de un jardín bien cuidado viera cómo se desata una vorágine .