Hay una plaga de chinchavainas en la ciudad y las señales de tráfico están desmotivadas porque nadie las respeta. Los niños -apoyándose en sus amigos los pililampos- sabrán cómo ayudar a los conductores para que cumplan con las normas de circulación y las señales recuperen su ánimo. Los pililampos son unos seres mágicos y luminosos que solo hablan con aquellos que tienen mucha imaginación y fantasía, por eso es muy difícil verlos hablar con adultos, aunque a veces puede ocurrir...