Sin duda que el expediente más secreto del mundo gira en torno la tribu íbera llamada Castellanos, que habitaron en Ripoll y parte de la España Citerior antes de que llegara el cónsul romano Catón, que vino acompañado de los griegos a llevarse el oro de las minas de Salomón. Es en una iscripción que hay en una fuente de San Martí Surroca, en Ogassa pueblo cercano a Ripoll, que pone la fecha 7681 y son las cifras más antiguas del mundo que se conocen y que dejan entrever que fueron los Castellanos huidos de la colonia de Catón los primitivos cristianos hebreos y los que enseñaron los números a los árabes.