Argumento de Los Abanicos del Caudillo
Ramón Irigoyen nació, en 1942, en Pamplona, una ciudad que casi tiene mar y a cuyas playas debe la dulzura de su carácter.
En 1979 reunio en Cielos e inviernos, editados ya en su segunda edicióm por Hiperión, los poemas escritos entre 1969 y 1977.
Los abanicos del Caudillo son un apunte de crónica moral del franquismo. Condenado este libro por los samuráis del Ministerio de Cultura, ha sido, sin embargo, favorablemente acogido por algunos escritores cuyas opiniones se recogen el prólogo. Sobre este libro ha celebrado una de las cartas más tontas de su vida el sacerdote Antonio Tovar. Jaime Gil de Biedma ha escrito que es una << obra excelente y del mayor interés dentro del panorama general de la poesía española contemporánea >>. Y opina Manuel Vincent: << Realmente sus versos son brutales, bellos y escandalosos. La reacción del Ministerio de Cultura al negarle la beca no significa otra cosa que miedo. He leído los versos de Ramón Irigoyen con interés y me han gustado. El jurado, en este caso, no ha ejercido su oficio, sino el santo oficio; es decir, ha sido el brazo ejecutor de la censura que no cesa. >>0
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