Sin embargo, con el tiempo, todo se va arreglando. Surgen las primeras amistades y, con ellas, las primeras anécdotas: la pandilla, las visitas al circo y al museo Arqueológico, la necrópolis de gatos en la huerta del Tato, la excursión al campo, la elección de delegada...
Los episodios se van sucediendo con anécdotas de todo tipo, contadas en primera persona y bajo la peculiar visión de una niña de siete años a quien, a veces, las incoherencias de los mayores le confunden:¿ por qué preguntarle a una persona mayor la edad es de mala educación? ¿Por qué dicen los mayores que no hay que mentir y ellos, a veces, lo hacen? ¿Qué diferencias hay, realmente, entre los hombres y las mujeres? ¿Por qué mandan tantos deberes? Etc.
Es el relato de quien trata de adaptarse a unos hechos que se producen con excesiva rapidez, a un mundo que gira demasiado deprisa.