Por las páginas desfila la mujer hecha a si misma. La que no pretende pisotear a otras personas, la que nadó a contracorriente sin ahogar a otros naúfragos mientras buscaba la riqueza que da el conocimiento, nunca la acumulación de bienes gracias al sudor ajeno.
La selección de su obra muestra fragmentariamente todo lo que habita en el ser humano para definirlo como tal. Ese Amor y Desamor, vivido, intenso, nunca lúgubre. Los poemas a Fotos y Paisajes con el detallismo del bodegón salido de las manos de un pintor barroco mientras tiene la fuerza de fijar el instante con retazos que se hunden en la memoria. O esos poemas con nombre propio, por los que desfilan las personas y sentimientos encontrados, que han ido modelando su mundo interior.